Ser Maestro

Hoy os traigo un libro de la Editorial Plataforma Testimonio, escrito por Raúl Bermejo. Profesor de Educación Infantil y Primaria.

Con su título y su manera de contarnos lo que es la educación para él, sus experiencias, su manera de afrontar los problemas, nos hace reflexionar sobre cómo somos nosotros como docentes.

¿Miramos por los intereses de nuestro alumnado, o simplemente nos dejamos llevar y hacemos lo que nos "mandan" y punto?

En uno de sus capítulos en el que cuenta como un niño actuaba de una manera determinada en su aula, día a día, y como su intención de querer cambiar esa manera de hacer, pero, claro, el niño no hacía nada malo, nada fuera de la norma, solo quería poder disfrutar. Yo me sentí muy identificada. Y es que a veces, solo queremos que nuestros niños hagan lo que les mandamos y a la primera, pero... ¿lo que nosotros les mandamos, les interesa? ¿Podemos hacerlo de otra forma más atractiva para ellos? Mi respuesta es SI.

Creo firmemente que la educación debe cambiar, que las clases magistrales ya no son atractivas, sobre todo cuando nuestros alumnos viven en un mundo donde todo es inmediato, lo pueden descubrir un universo entero solo usando la punta de su dedo. Y aun así, les hacemos copiar textos y textos de la pizarra o copiar los enunciados...

Entiendo que es difícil hacer cambiar de ritmo, de manera de ver la educación a una persona que lleva más de 20 o 30 años haciendo siempre lo mismo y le "funciona". Lo nuevo da miedo. Pero miedo me da cuando veo a un docente que prácticamente acaba de salir de la carrera y sigue prefiriendo esa clase tradicional, con los pupitres de uno en uno y por la línea. Entiendo la comodidad, pero... ¿te has planteado si tus alumnos se aburren? ¿Es mejor que no se muevan? ¿Que no hablen?

Si tienes dudas de cómo quieres trabajar en tu aula, o si nunca te habías parado a pensar en ello, te recomiendo este libro. Cortito y fácil de leer.

Que los alumnos aprendan, se lo pasen bien en el colegio y al día siguiente entren en el aula con una sonrisa solo depende de ti.

¿Y tú que profesor quieres ser?